En el año de 1997 Daniel Larios y Carlos Loaiza, a través del graffiti fue como se conocieron e hicieron una bonita amistad a la edad de 12 y 13 años. Daniel era parte de una agrupación llama “SER” que significa “remember me eternally in the street” y Carlos era integrante de otra agrupación de jóvenes urbanos también dedicados al graffiti llamados “SNA” lo cual significa “the new art in the street” ambos solían graffitiar la zona en que se desenvolvían, en breve se dieron cuenta del potencial artístico que Dios les había otorgado y deciden desprenderse de ambas agrupaciones ( SNA y SER) para formar una nueva revolución en el mundo del graffiti, una nueva agrupación graffitera que la hicieron llamar “DUEK” y el significado que le dieron a la afamada agrupación fue “ decoramos un estado criminal” y que rápidamente hicieron polémica con tantos graffitis ilegales y legales, con tanto jóvenes que empezaron a integrarse a este nuevo movimiento llegando a ser de las mas numerosas agrupaciones de graffiti en Mazatlán. En el año 2003 termino la aventura la adrenalina para empezar a decidir estudios y profesiones Carlos se inclino por el diseño grafico en la Universidad ITESUS mientras Daniel eligió la arquitectura en la UAS, volvieron al graffiti una vez conociendo un nuevo panorama en sus vidas, tomando madurez y experiencias, entregando sus vidas a la verdad y tomando de corazón ese camino del cual habla sus obras de una manera contemporánea.
En cada obra:
• Es dar al máximo nuestro potencial como artistas plásticos urbanos.
• Dejar plasmado un mensaje positivo en cada una de nuestras obras, teniendo presente siempre, que lo que hacemos afecta y/o beneficia a la presente y nuevas generaciones juveniles.
También es aportar valores familiares, juveniles; enfocando siempre nuestras obras a la vida del hombre, mencionando en ellas sus virtudes, errores, su entorno, su capacidad y su comportamiento ante la humanidad, el rechazo de lo bueno por la aceptación de lo poco provechoso. Siempre brindando un mensaje que aporte amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
Su aportación fundamental es Jesús, con la capacidad de dotar a sus alrededores de un enorme decorativismo. Todas sus obras están circunscritas a un ambiente de paz y amor, y construida a través de un lenguaje muy personal.
Con sus estudios en Diseño Gráfico y Arquitectura (grandes centros de producción artística), su obra alcanza una gran originalidad y ejerce una enorme influencia posterior. Manchas vitales, colocadas sobre puntos precisos, que parecen diluirse en las variantes del color. Los motivos elegidos son tan conocidos como la vida diaria, o tan inaccesibles para el público como la personalidad. Pero sus colores, pinceladas y la rotundidad de su plástica universalizan el motivo concreto.